Rafael Caro Quintero, nacido el 3 de octubre de 1952 en La Noria, Sinaloa es uno de los narcotraficantes más famosos de la historia criminal mexicana. Fundó el Cártel de Guadalajara, junto con Miguel Ángel Félix Gallardo. Durante la década de 1980 fue conocido como el Narco de Narcos . Finalmente fue detenido acusado del asesinato del Agente de la DEA, Enrique "Kiki" Camarena y de su piloto Alfredo Avelar, actualmente cumple condena en México.
Rafael Caro Quintero nacio en La Noria, Badiraguato en Sinaloa, y fue co-fundador junto con Miguel Ángel Félix Gallardo del Cártel de Guadalajara y Sonora. Tras la desintegración de los cárteles sus líderes se han incorporado en su mayoría al cartel de Tijuana y al de Sinaloa.
Él era buscado por el gobierno de EE.UU. por el secuestro y asesinato de un agente federal, posesión e intención de distribuir marihuana y cocaína.
Rafael Caro Quintero es el mayor de cuatro hermanos y dos hermanas. Su padre era un campesino pobre. Se fue cuando tenía 18 años para encontrar trabajo en la capital del estado Culiacán, donde trabajó brevemente como un conductor de camión.
No duro mucho en ese trabajo y empezó a sembrar pequeñas porciones de marihuana en pequeñas parcelas con su hermano Jorge Luis. Juntos, compraron las fincas y las convirtieron en centros de cultivo de marihuana.
Aprendió de Pedro Avilés Pérez, uno de los capos más importantes de México en ese tiempo. En poco tiempo, Caro comenzó a trabajar por su cuenta junto con su socio y pariente, Ernesto Fonseca Carrillo "Don Neto", y Juan José Esparragoza Moreno.
Envió sobornos mensuales a comandantes de la policía, en los estados mexicanos de Sinaloa y Chihuahua, para que el gobierno no interfiriera en sus operaciones. Había grandes operaciones en los estados de Zacatecas, Chihuahua, Sinaloa, San Luis Potosí y Durango . Él era un estrecho colaborador de Miguel Ángel Félix Gallardo, el zar de la cocaína en México y pronto los tres Caro, Fonseca y Gallardo formarian el cartel de Guadalajara.
En noviembre de 1984, la Policía Federal de México allano su propiedad en El Búfalo Chihuahua, y quemaron más de 10.000 toneladas de marihuana, con un costo al cartel de casi 2 millones de dólares. Todo esto fue gracias a extensas investigaciones de la DEA y en particular, el Agente Especial Enrique Camarena Salazar.
En retribución, Camarena y su piloto Alfredo Zavala fueron secuestrados en Guadalajara el 7 de febrero de 1985, y fueron brutalmente torturados y asesinados. El 9 de febrero de 1985, Caro Quintero huyo de Guadalajara junto con sus colaboradores y su novia Sara Cosío. Después de ser interceptados por el Comandante de la Policía Federal a cargo de la investigación de Camarena, Armando Pavón Reyes, quien los dejo huir y esto le permitio irse a refugiar en Costa Rica.
El 4 de abril de 1985, Caro fue detenido en Costa Rica y extraditado a la Ciudad de México por su papel en el asesinato de Camarena. El 8 de abril de 1985, Carrillo Fonseca fue detenido en Puerto Vallarta, ambos fueron condenados a 40 años por tráfico de drogas y por el asesinato de Camarena y Zavala.
Se estima que la riqueza Caro Quintero superó 650 millones dólares en el momento de su captura
Captura.
Tras una acción espectacular de la policía de Costa Rica, que tardó solo 15 minutos, Caro Quintero fue detenido junto a los mexicanos Eduardo Aldana García, José Albino Bazán, Juan Carlos Campero Villanueva, Luis Beltrán, Ivan Soto Arellano, Raul Noyola Romero, Miguel Lugo y Violeta Estrada Yaver,. Además, tras el allanamiento, la policía halló a Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez -hija del ex secretario de educación del estado de Jalisco y sobrina de un ex gobernador de Jalisco, por quien la policía de Costa Rica ingresó a esa vivienda, a solicitud de las autoridades mexicanas. Se suponía que ella estaba secuestrada por un grupo de mexicanos. La policía costarricense no imaginó que era la novia de un importante capo de la droga y de secuestro de Reynaldo Solorio.
El 4 de abril de 1985, a las 5:45 a.m., 10 agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI) y otros 15 de la Sección de Estupefacientes del OIJ ingresaron a la quinta. Caro Quintero y su novia, Sara Cosío, estaban en una cama casi sin ropa. Cuando observaron su habitación, llena de hombres con trajes de fatiga, pasamontañas y rifles de asalto, pensaron que se trataba de un robo. Estaban asustados, no sabían qué pasaba, hasta que un agente del OIJ leyó la resolución del juez, Jorge Meza, quien permitió el allanamiento por un supuesto secuestro. Los policías le pidieron a la pareja vestirse. Caro Quintero nunca dijo una palabra, aunque mostró asombro, relató el viernes un ex agente del OIJ que participó en el allanamiento. "Yo no estoy secuestrada... yo estoy enamorada de Caro Quintero", manifestó Cosío en su declaración a la policía. Doce horas después del allanamiento, a las 6 p.m., y tras ser enviadas a México las huellas dactilares de todos los detenidos, la policía judicial recibió una respuesta inesperada: "Ustedes detuvieron a Caro Quintero, lo buscamos por tráfico de drogas y la DEA lo solicita por matar a uno de sus agentes". El capo estaba en la lista de los más buscados de la DEA. Para esa hora, por lo decomisado en la casa, todo encajaba para la policía: un arma enchapada en oro con incrustaciones de diamantes, $300 mil en efectivo, joyas por un valor de $1 millón y dos carros de lujo (un Mercedes Benz, placa de Misión Internacional MI 12-31, y un Toyota deportivo MR2, ambos adquiridos en circunstancias irregulares). Además, cuatro propiedades valoradas en $1,9 millones: una en San José de la Montaña, otra en Bello Horizonte de Escazú, una más en Vázquez de Coronado y la quinta de San Rafael de Ojo de Agua, donde fue detenido. Solo una de estas propiedades pudo ser aprovechada por el Estado costarricense. Una casa de Vázquez de Coronado fue traspasada por el gobierno mexicano al Comité Olímpico Nacional. Las otras dos están tomadas por precaristas. Las inversiones de Caro Quintero en el país sobrepasaron los $2,5 millones de dólares, según José Martín Trejos, ex procurador penal en ese entonces.
En la madrugada del 31 de Mayo del 2010 logro a través de una resolución de un tribunal federal colegiado ser traslado del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de Jalisco al reclusorio preventivo de Guadalajara, consideró que las autoridades federales y estatales ""no pudieron"" demostrar el perfil de alta peligrosidad de Caro Quintero.
Corrido:
Rafael Caro Quintero nacio en La Noria, Badiraguato en Sinaloa, y fue co-fundador junto con Miguel Ángel Félix Gallardo del Cártel de Guadalajara y Sonora. Tras la desintegración de los cárteles sus líderes se han incorporado en su mayoría al cartel de Tijuana y al de Sinaloa.
Él era buscado por el gobierno de EE.UU. por el secuestro y asesinato de un agente federal, posesión e intención de distribuir marihuana y cocaína.
Rafael Caro Quintero es el mayor de cuatro hermanos y dos hermanas. Su padre era un campesino pobre. Se fue cuando tenía 18 años para encontrar trabajo en la capital del estado Culiacán, donde trabajó brevemente como un conductor de camión.
No duro mucho en ese trabajo y empezó a sembrar pequeñas porciones de marihuana en pequeñas parcelas con su hermano Jorge Luis. Juntos, compraron las fincas y las convirtieron en centros de cultivo de marihuana.
Aprendió de Pedro Avilés Pérez, uno de los capos más importantes de México en ese tiempo. En poco tiempo, Caro comenzó a trabajar por su cuenta junto con su socio y pariente, Ernesto Fonseca Carrillo "Don Neto", y Juan José Esparragoza Moreno.
Envió sobornos mensuales a comandantes de la policía, en los estados mexicanos de Sinaloa y Chihuahua, para que el gobierno no interfiriera en sus operaciones. Había grandes operaciones en los estados de Zacatecas, Chihuahua, Sinaloa, San Luis Potosí y Durango . Él era un estrecho colaborador de Miguel Ángel Félix Gallardo, el zar de la cocaína en México y pronto los tres Caro, Fonseca y Gallardo formarian el cartel de Guadalajara.
En noviembre de 1984, la Policía Federal de México allano su propiedad en El Búfalo Chihuahua, y quemaron más de 10.000 toneladas de marihuana, con un costo al cartel de casi 2 millones de dólares. Todo esto fue gracias a extensas investigaciones de la DEA y en particular, el Agente Especial Enrique Camarena Salazar.
En retribución, Camarena y su piloto Alfredo Zavala fueron secuestrados en Guadalajara el 7 de febrero de 1985, y fueron brutalmente torturados y asesinados. El 9 de febrero de 1985, Caro Quintero huyo de Guadalajara junto con sus colaboradores y su novia Sara Cosío. Después de ser interceptados por el Comandante de la Policía Federal a cargo de la investigación de Camarena, Armando Pavón Reyes, quien los dejo huir y esto le permitio irse a refugiar en Costa Rica.
El 4 de abril de 1985, Caro fue detenido en Costa Rica y extraditado a la Ciudad de México por su papel en el asesinato de Camarena. El 8 de abril de 1985, Carrillo Fonseca fue detenido en Puerto Vallarta, ambos fueron condenados a 40 años por tráfico de drogas y por el asesinato de Camarena y Zavala.
Se estima que la riqueza Caro Quintero superó 650 millones dólares en el momento de su captura
Captura.
Tras una acción espectacular de la policía de Costa Rica, que tardó solo 15 minutos, Caro Quintero fue detenido junto a los mexicanos Eduardo Aldana García, José Albino Bazán, Juan Carlos Campero Villanueva, Luis Beltrán, Ivan Soto Arellano, Raul Noyola Romero, Miguel Lugo y Violeta Estrada Yaver,. Además, tras el allanamiento, la policía halló a Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez -hija del ex secretario de educación del estado de Jalisco y sobrina de un ex gobernador de Jalisco, por quien la policía de Costa Rica ingresó a esa vivienda, a solicitud de las autoridades mexicanas. Se suponía que ella estaba secuestrada por un grupo de mexicanos. La policía costarricense no imaginó que era la novia de un importante capo de la droga y de secuestro de Reynaldo Solorio.
El 4 de abril de 1985, a las 5:45 a.m., 10 agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI) y otros 15 de la Sección de Estupefacientes del OIJ ingresaron a la quinta. Caro Quintero y su novia, Sara Cosío, estaban en una cama casi sin ropa. Cuando observaron su habitación, llena de hombres con trajes de fatiga, pasamontañas y rifles de asalto, pensaron que se trataba de un robo. Estaban asustados, no sabían qué pasaba, hasta que un agente del OIJ leyó la resolución del juez, Jorge Meza, quien permitió el allanamiento por un supuesto secuestro. Los policías le pidieron a la pareja vestirse. Caro Quintero nunca dijo una palabra, aunque mostró asombro, relató el viernes un ex agente del OIJ que participó en el allanamiento. "Yo no estoy secuestrada... yo estoy enamorada de Caro Quintero", manifestó Cosío en su declaración a la policía. Doce horas después del allanamiento, a las 6 p.m., y tras ser enviadas a México las huellas dactilares de todos los detenidos, la policía judicial recibió una respuesta inesperada: "Ustedes detuvieron a Caro Quintero, lo buscamos por tráfico de drogas y la DEA lo solicita por matar a uno de sus agentes". El capo estaba en la lista de los más buscados de la DEA. Para esa hora, por lo decomisado en la casa, todo encajaba para la policía: un arma enchapada en oro con incrustaciones de diamantes, $300 mil en efectivo, joyas por un valor de $1 millón y dos carros de lujo (un Mercedes Benz, placa de Misión Internacional MI 12-31, y un Toyota deportivo MR2, ambos adquiridos en circunstancias irregulares). Además, cuatro propiedades valoradas en $1,9 millones: una en San José de la Montaña, otra en Bello Horizonte de Escazú, una más en Vázquez de Coronado y la quinta de San Rafael de Ojo de Agua, donde fue detenido. Solo una de estas propiedades pudo ser aprovechada por el Estado costarricense. Una casa de Vázquez de Coronado fue traspasada por el gobierno mexicano al Comité Olímpico Nacional. Las otras dos están tomadas por precaristas. Las inversiones de Caro Quintero en el país sobrepasaron los $2,5 millones de dólares, según José Martín Trejos, ex procurador penal en ese entonces.
En la madrugada del 31 de Mayo del 2010 logro a través de una resolución de un tribunal federal colegiado ser traslado del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de Jalisco al reclusorio preventivo de Guadalajara, consideró que las autoridades federales y estatales ""no pudieron"" demostrar el perfil de alta peligrosidad de Caro Quintero.
Corrido:
1 comentario:
Como este gran hombre no hay dos estoy a sus ordenes patrón para lo que guste y mande
Publicar un comentario